En la sencillez se esconde la solución perfecta.

El uso del lubricante correcto para cintas transportadoras puede influir de forma decisiva en la productividad de toda la planta. Un productor de bebidas solo puede conseguir sus objetivos si toda la instalación transportadora funciona sin problemas: sin altos índices de fricción ni residuos en las cadenas de transporte.

No importa si se trata de botellas de PET o cristal, latas o envases de cartón: ninguno de estos envases puede moverse sin problemas si se caen botellas o la cinta se desgasta por una lubricación deficiente; por no hablar de los daños producidos en los envases de los productos, que provocan mayores gastos de operación y pérdidas de producción.

Los lubricantes secos de Klüber Lubrication le permiten afrontar de manera efectiva los retos de la lubricación de las cintas transportadoras. Incluso en la lubricación en cantidad mínima se evitan con eficacia la fricción y el desgaste, reduciendo al tiempo los residuos en la cinta. El mayor rendimiento de estos lubricantes les ofrece a los productores de alimentos toda una serie de ventajas:

• Mayor estabilidad del proceso
• Mejora de la higiene
• Menor esfuerzo de limpieza
• Aumento de la productividad
• Reducción del consumo de lubricante
• Mayor vida útil de los componentes
• Menor necesidad de eliminación de aceite usado
• Optimización de la protección del medio ambiente
• Reducción de los gastos de operación

• Aceites base/éster: evitan la fricción y el desgaste.
• Detergente: evita la formación de residuos.
• Agua: sirve como vehículo para el aceite base y ayuda a la limpieza.

• Con esta combinación homogénea de tres potentes materias primas, perseguimos responder a los retos de lubricación y limpieza de una forma adecuada y equilibrada. Y esto supone para usted las siguientes ventajas:

• Permite reducir el consumo de detergentes agresivos.
• Prolonga la vida útil de los componentes, puesto que el uso frecuente de detergentes agresivos repercute en la vida útil de las cintas transportadoras.
• Al ser menor la cantidad de detergentes agresivos, se requiere además menos agua para enjuagar, lo cual redunda a su vez en el aspecto de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.