Este sistema se basa en el llamado SGA de la ONU (UN-GHS en inglés), que es una recomendación de las Naciones Unidas y debe ser adoptada por los Estados individuales de forma vinculante. La Comisión Europea introdujo el SGA con el Reglamento CLP (Clasificación, Etiquetado y Envasado), que entró en vigor en enero de 2009.
Según este Reglamento CLP, los requisitos de clasificación y etiquetado deben aplicarse a partir de diciembre de 2010 para las sustancias y a partir de junio de 2015 para las mezclas. Todas las sustancias y mezclas se asignan a clases y categorías de peligro y se etiquetan con los correspondientes símbolos de peligro.