Decidir la opción idónea en cada caso particular ─lubricación por grasa o lubricación por aceite─ depende de sus exigencias específicas. Con la elección del lubricante adecuado superará los retos que plantean sus instalaciones de producción, siempre en función del tipo y modo de funcionamiento de cada máquina.
Una de las ventajas de la lubricación por grasa en comparación con la lubricación por aceite es la mayor consistencia del lubricante, que hace que se adhiera mejor al punto de fricción. Esto es especialmente favorable
- en puntos de lubricación no estanqueizados, en los que, debido a la consistencia de la grasa lubricante, el aceite base se mantiene en el punto de fricción, asegurando así una óptima lubricación de éste
- cuando no es posible una relubricación y, por tanto, es preciso lubricar un determinado componente durante toda su vida útil.
En general puede decirse que la lubricación por grasa es ideal cuando por motivos constructivos no es posible la lubricación con aceite en una aplicación concreta.
Una aplicación típica de la lubricación por grasa es, por ejemplo, en rodamientos de husillo de giro muy rápido y con reducida presión superficial en máquinas-herramienta.
Lubricación por aceite: para accionamientos de gran tamaño con elevada presión superficial y baja velocidad se emplean en parte aceites o fluidos lubricantes.