Los ingenieros y expertos en fuentes de energía reconocen que la energía del aire comprimido puede suponer un cambio en la forma de trabajo de diferentes industrias. El uso de esta energía conlleva a pensar en aceites para compresores de aire que proporcionen ventajas a la empresa y al proceso de fabricación.
A día de hoy, las empresas más concienciadas tienen en cuenta el uso que hacen de energías como el gas, la electricidad o el agua para controlar el desperdicio de energía y la minimización de la huella de carbono de las fábricas. Cada vez más, muchas de ellas empiezan a tener en cuenta el aire comprimido como una fuente de energía importante para mejorar su sostenibilidad.
Marca la diferencia con un aceite para compresores adecuado
El uso de un lubricante convencional para sus compresores puede resultar eficaz a primera vista, pero puede ocasionar grandes averías o paradas que afecten a todo el proceso de fabricación y elaboración de sus productos.
La alternativa a los lubricantes convencionales son los lubricantes sintéticos de alta calidad. Formulados específicamente para compresores de aire, reducen estos peligros y aseguran su buen funcionamiento.
Los aceites para compresores de aire tienen cuatro funciones clave:
- Recubrimiento para inhibir la corrosión
- Refrigerante para eliminar el calor
- Lubricación para minimizar la fricción
- Sellado para evitar las fugas de aire en la cámara de compresión
¿Por qué usar un lubricante sintético y no uno mineral?
Los aceites minerales convencionales para compresores son adecuados para aplicaciones que no requieren un uso continuo. Sin embargo, su composición los convierte en una opción intrínsecamente mala para las aplicaciones industriales ya que contienen azufre, nitrógeno y oxígeno que, en conjunto, aumentan la posibilidad de formación de ácidos, la oxidación y la acumulación de residuos y lodos.
Estos aceites tienen bajas propiedades de transferencia de calor, lo que hace que se sobrecalienten. Además, son más volátiles y es más probable que se evaporen y envejezcan rápidamente.
Beneficios de los aceites para compresores de aire
- Resistencia a la oxidación
Los residuos son un problema común en la operación de los compresores de aire. Están causados no sólo por un mal mantenimiento del compresor, sino también por el uso de aceites minerales y productos sintéticos que son propensos a la oxidación. Cuando se utilizan productos de calidad inferior en aplicaciones con temperaturas elevadas, estos se descomponen más rápidamente y requieren cambios más frecuentes que aumentan el tiempo de inactividad del equipo.
La estabilidad a la oxidación de muchos lubricantes sintéticos contribuye a prolongar la vida de los compresores y a reducir los costes de mantenimiento a lo largo de su vida útil. La selección de un lubricante sintético de alto rendimiento con aditivos que minimicen la oxidación puede aumentar el tiempo de funcionamiento, ahorrar en el coste de los recambios y contribuir así a los objetivos de sostenibilidad.
2. Alta eficiencia energética e intervalos de cambio ampliados
En las aplicaciones comerciales e industriales en las que una fuente de energía ininterrumpida es vital, la función principal del lubricante es servir de refrigerante para que el compresor no se sobrecaliente. Los lubricantes sintéticos ofrecen una excelente estabilidad térmica frente a los aceites minerales. Además, los aditivos de estos lubricantes permiten que los compresores de aire funcionen a temperaturas más bajas, lo que se traduce en una mayor eficiencia energética que reduce los costes de energía.
La vida útil de un lubricante es otro aspecto a tener en cuenta. Mientras que la de un aceite mineral en un compresor de tornillo rotativo suele estar entre 2.000 y 4.000 horas, la vida útil de un lubricante sintético puede oscilar entre 8.000 y 12.000 horas en función de las condiciones de funcionamiento.
3. Reducción de la fricción
Los lubricantes sintéticos están formulados para minimizar la fricción. Esto permite una mayor vida útil de las piezas que se verá reflejado en un alargamiento de la vida útil del compresor. El tiempo perdido en la sustitución de una o varias piezas puede afectar seriamente a todo el proceso de fabricación, así que ahorrarse este tiempo - y dinero - supone un importante cambio.
4. Viscosidad óptima
Los aceites para compresores deben ser lo suficientemente viscosos para reducir la fricción, pero no tanto como para ralentizar el funcionamiento del compresor de aire. La elección de la viscosidad correcta del lubricante depende del diseño del compresor, del tipo de lubricante requerido y de la temperatura y presión de descarga. Consultar con el fabricante del lubricante puede ayudar a asegurar la viscosidad óptima para una operación determinada.
5. Puntos de inflamación más altos
Los lubricantes sintéticos tienen puntos de inflamación más altos que los aceites minerales, y algunos sintéticos están diseñados específicamente para su uso en áreas con riesgo de incendio y en entornos con rangos de temperatura extremos.
