Seguridad Alimentaria y Normativa de los Lubricantes Industriales

En la industria alimentaria los responsables de mantenimiento y producción deben cumplir estrictos requisitos para superar las auditorías llevadas a cabo por clientes o entidades certificadoras

Las auditorías no son de ningún modo un fin en sí mismas, sino que garantizan la seguridad alimentaria y la alta calidad de la producción, así como la seguridad laboral de los empleados y un funcionamiento fiable de las máquinas. Una gestión eficaz del cumplimiento normativo revisada con regularidad protege a la empresa de deficiencias en la producción, que en algún caso, podría dañar su imagen y la retirada de productos contaminados.

¿En qué se centran las auditorías relacionadas con la Seguridad Alimentaria?

Cada auditoría inspecciona unos aspectos específicos. Sin embargo, hay algunos requisitos recurrentes:

Una documentación estructurada de certificados y fichas de datos de seguridad que permita demostrar que los aceites o las grasas que se utilizan cumplen las normas requeridas, como la NSF H1 y/o la norma internacional ISO 21469:2006. Es probable que para los lubricantes empleados en la industria alimentaria sean necesarios otros comprobantes sobre alérgenos, el uso de sustancias modificadas genéticamente o certificaciones religiosas.

  • Certificación de una utilización correcta y adecuada de los lubricantes industriales:

Para garantizar el cumplimiento de los procesos aprobados, debe contarse con un plan de mantenimiento preventivo, o bien un plano de lubricación de la planta, que documente las labores de mantenimiento, los aceites lubricantes y grasas industriales que se deben emplear en cada instalación, el punto de lubricación y los intervalos de relubricación. Con esta información, el auditor reconoce si se han empleado lubricantes industriales con las certificaciones requeridas en los campos de aplicación correspondientes.

  • Certificación de procesos para evitar contaminaciones:

Por regla general, para cumplir con la seguridad alimentaria deben evitarse las contaminaciones, especialmente las que se dan entre lubricantes y alimentos, pero también entre diferentes lubricantes industriales. Debe tenerse en cuenta que los lubricantes NSF H1 pierden su registro como tal en cuanto entran en contacto con lubricantes que no son H1. Un etiquetado correcto que no se pueda eliminar, con códigos de colores y/o símbolos, aplicado directamente sobre el envase del lubricante y en los puntos de lubricación, resuelve el problema y reduce el riesgo de confusión y uso erróneo.

¿Qué papel juegan los responsables de mantenimiento con relación a los Lubricantes Industriales?

Los jefes de mantenimiento velan por el estricto cumplimiento de los procedimientos documentados y los planos de lubricación, y deben comprobar y documentar con regularidad la gestión de los aceites lubricantes y grasas industriales. También deben registrar los posibles puntos débiles que se hayan identificado y corregido.

Para descartar una posible distorsión profesional, los asesores externos o los especialistas en lubricantes industriales son de gran ayuda. Ellos comprueban si se cumplen los requisitos de la seguridad alimentaria antes de una auditoría oficial y, con su perspectiva externa, a menudo descubre un potencial de mejora que había pasado inadvertido hasta el momento.

Las formaciones profesionales regulares y continuas deben ser un elemento habitual en la gestión del cumplimiento normativo en la seguridad alimentaria: incorporan a todos los empleados en una función de responsabilidad y refuerzan su concienciación sobre la gran prioridad de las medidas.

 

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