Los grandes molinos de viento constatan uno de los inventos más provechosos para conseguir energía sin dañar el medio ambiente. Para reducir los costes, es muy útil contar con los lubricantes más adecuados para turbinas eólicas.
La energía eólica contribuye a evitar el uso de otras energías más contaminantes como los residuos fósiles o el CO2. Solo en 2016, se evitaron 637 millones de toneladas de CO2 en todo el mundo gracias a la energía eólica. Para poder seguir aumentando este número, es importante mantener todas las turbinas y sus piezas en condiciones óptimas.
La industria eólica busca disminuir el LCoE (Levelized cost of energy) o coste total actual de construir y operar una instalación generadora de energía a lo largo de toda su vida útil. Este indicador permite saber el coste que supone cada energía. Por lo tanto, cuanto menor sea el coste de la energía eólica, más se podrá implementar en el mundo. La solución para esto no consiste en materiales más baratos sino en componentes más eficientes como, por ejemplo, los lubricantes para turbinas.