Agua, calor, detergentes y cambios de temperatura elevados. Con el fin de evitar paradas imprevistas, debe disponerse de lubricantes para la industria alimentaria que aseguren la funcionalidad.
Los distintos elementos que influyen en la producción de productos alimentarios pueden tener un efecto negativo en los rodamientos u otras partes de los equipos. El uso de lubricantes para la industria alimentaria ayuda a reducir estos efectos. De no ser así, el uso de agua a una temperatura de 79 ºC o más, puede hacer que el lubricante se elimine y, por lo tanto, que el desgaste de la maquinaria sea mayor.
Las grasas y lubricantes de Klüber han sido testados con resultados muy exitosos. Por lo tanto, proporcionan una alta protección contra el ambiente de producción y un menor consumo de los productos. Podemos distinguir dos tipos de lubricantes según la temperatura en que trabajan.
Lubricantes para alta temperatura
En ambientes de alta temperatura como en la producción y secado de cereales es muy importante una actividad continuada. Las paradas de producción conllevan costes extras, tanto por el recambio de piezas como por la energía que se desperdicia.
Nuestros lubricantes destinados a las temperaturas más elevadas ofrecen un rendimiento fiable gracias al método de ensayo FE-9 (DIN 51 821, DIN 51 825).
Algunos de los productos que siguen esta línea pertenecen a la familia BARRIERTA L 55. Combinan la resistencia a los medios agresivos con un comportamiento estable en temperaturas elevadas de hasta 260 ºC.
Para trabajos que requieran más temperatura, recomendamos Klüberalfa HPX 93-1202, ya que puede lubricar cojinetes hasta 300 ºC. De esta forma se conservan y se alarga la vida útil de estas piezas.